Hay misterios cuyas respuestas parecen perderse en el silencio.
Katharina es todavía muy pequeña cuando su mundo, todo aquello que conocía y en lo que creía, se derrumba. Ocurre una fría noche de invierno en casa de su abuelo, en el bucólico pueblo alpino Furth am See, y todo transcurre en un instante. Alguien llama al timbre y el viejo Sebastian acude a abrir la puerta... Es lo último que hará. Poco después, Katharina encuentra el cadáver de su abuelo, desfigurado por un violento golpe en la cabeza.
En una ciudad aparentemente plácida, pero poblada de viejos rencores y oscuros secretos, el detective Ludwig Kovacs tiene pocas pistas que seguir: los sospechosos se suceden y la única persona que podría arrojar algo de luz sobre el caso, la niña, traumatizada por la grotesca escena, se ha sumido en un inquebrantable silencio.
La dulzura de la vida fue galardonada con el Deutscher Krimipreis (premio de novela negra alemán).
Reseña:
«Un libro extraordinario, un inquietante y terrible escenario en una ciudad claustrofóbica... Una novela profundamente psicológica escrita con elegancia y sutileza.»
Sunday Telegraph