Los vínculos entre el cine y la historia plantean la necesidad de explorar el cine documental no solo como fuente para el estudio del pasado, sino también como soporte de un discurso histórico de naturaleza audiovisual. En este libro se analiza la dictadura de Pinochet a través de más de 300 películas documentales realizadas entre los años 1973 y 2014. De esta manera, se constata cómo se ha ido transformando a lo largo del tiempo el retrato cinematográfico de una de las etapas más convulsas de la historia de Chile. Al cambiar la mirada audiovisual sobre el pasado, el cine demuestra el gran valor que tiene para el estudio de la historia, pues no permanece ajeno a su propio tiempo, denotando su inherente carácter histórico y, por tanto, mostrando las posibilidades que tiene para los historiadores.