En nuestra sociedad globalizada y tecnológica, guiada por factores de eficacia y eficiencia, en la que a menudo nos vemos obligados a tomar decisiones rápidas, complejas y, quizás, sin demasiadas contemplaciones éticas, un libro así estaba resultando imprescindible.
Por fin lo tenemos entre las manos, y hay que decir que está a la altura de las más exigentes demandas tanto en cuanto a calidad y rigor teórico, como a utilidad y aplicación práctica. La autora explica el papel de la racionalidad, de la voluntad y del corazón en el desarrollo de la virtud moral.
Diferenciar entre decisión correcta y decisión acertada abre una puerta a muchas personas. Igualmente el ser capaces de descubrir qué tipos de motivos pesan más en la toma de decisiones o qué motivación es la que domina finalmente, nos coloca en una mejor situación para decidir desde la libertad, generando relaciones cooperativas.
Esperamos que sea una herramienta útil a los profesores, para que afinen su mirada de la realidad y puedan así liderar a sus alumnos en el camino de la vida. Y lo mismo servirá a las madres y padres de familia, que tantas veces se encuentran maniatados ante niños y jóvenes que no han sido entrenados para pensar y decidir teniendo en cuenta todas las variables relevantes. Un libro, en cualquier caso, útil, beneficioso y necesario para todos aquellos que quieran seguir creciendo y perfeccionándose en sus valores humanos y éticos.