A veces para lograr la felicidad no basta con ser una persona con talento, inteligencia, simpatía, belleza o creatividad. Hay que atreverse a soñar y a hacer realidad los sueños. También es fundamental tener una sólida autoestima y una gran fortaleza espiritual para que la luz que se encuentra en el interior de cada uno de nosotros se pueda expandir. Y si para alcanzar estas metas se cuenta con la inestimable ayuda de un hada madrina y sus sabios consejos, ¡mejor que mejor!