Este proyecto expositivo se centra en el contexto artístico catalán. El punto de partida es la constatación de que en los últimos años se ha configurado una generación de artistas jóvenes, que no se muestra de una forma compacta y uniforme, pero sí que presenta unos intereses comunes y puntos de conexión con generaciones precedentes que permiten trazar toda una serie de genealogías a partir de diferentes líneas de trabajo. Manuel Segade, el comisario del proyecto, detecta que desde algunas instituciones y a partir del trabajo de diferentes agentes culturales se ha establecido una estructura narratológica que todo el mundo ha asumido cómodamente, pero que nadie ha analizado a fondo, construyendo un relato teórico que realmente nos permita hablar de unas verdaderas genealogías, todas ellas visibles o intuidas, pero en ningún caso formuladas ni apoyadas desde la teoría y la crítica de arte. En este sentido la exposición se planteará como una trama que permita entrever conexiones, yuxtaposiciones, superposiciones y contigüidades. Esta trama estaría vertebrada por algunos temas centrales, como la narración, la visibilidad del proceso y el humor, entre otros. Son líneas de fuerza que nos permitirán trazar vínculos entre artistas como Dora García y Ruben Grilo o Ignasi Aballí e Ignacio Uriarte.