Cien años después de los últimos eventos en Vâudïz, cuando la fiebre roja está matando a sus habitantes, Nannerl necesita que Erick e Irene le ayuden a rescatar la magia y devolver la vida a su mundo.
En el tiempo real sólo han pasado tres años. Irene espera con ansias reencontrarse con Erick y cuando él vuelve al pueblo, para asistir al funeral de su abuelo, las cosas no salen cómo esperaba y la deja con el corazón roto. Llena de decepción y furia, Irene abre un vórtice que la lleva a Vâudïz dejando a Erick atrás, mas no por mucho tiempo, ya que éste encuentra la forma de trasladarse también.