Este atractivo y provocativo volumen muestra cómo anteriores vías para llevar a cabo el cambio social y educativo no son actualmente las adecuadas para este nuevo mundo rápido, flexible y vulnerable del siglo XXI. Los autores guían a los lectores a través de tres formas de cambio que han definido la política mundial y la práctica educativa desde 1960 hasta nuestros días.
Una primera vía de apoyo estatal a la innovación y a la libertad profesional, pero sin embargo incoherente; a la confianza política y económica, pero con una escuela y un liderazgo desiguales, y con mejoras educativas basadas en la intuición y en la ideología, más que en la evidencia.
Una segunda vía de prescripciones educativas y de competición, donde se pierde la autonomía profesional y donde la innovación da lugar a la estandarización, la uniformidad y la inequidad, lo cual daña la motivación de los docentes, la capacidad de liderazgo y el aprendizaje de los estudiantes.
Una tercera vía en que se ha tratado de equilibrar la autonomía profesional con la responsabilidad, pero que ha pasado a concentrarse en unas listas interminables de datos de rendimiento para que prevalezcan soluciones a corto plazo, en lugar de transformar la enseñanza y el aprendizaje en conjunto para el siglo XXI.
Ahora, con la cuarta vía, Andy Hargreaves y Dennis Shirley ofrecen una nueva y estimulante visión de un proyecto que propone notables reformas en el aprendizaje del estudiante y en sus logros. Se trata de:
una visión inclusiva, con escuelas, comunidades y asociaciones empresariales que trabajan conjuntamente;
un aprendizaje creativo, atractivo y exigente;
unos objetivos ambiciosos de mejora compartida;
la prudente responsabilidad para evaluar;
unas escuelas fuertes que ayudan a los compañeros más débiles;
una profesión basada en las pruebas empíricas, más que en los datos abstractos;
un liderazgo sostenible que se extiende y permanece.