Ese instante es la espoleta de salida para narrar con estilo preciso y emocionado los retazos más significativos de una vida de miseria, soledad y coraje. Esa llamarada visual frente a la ventanilla de un tren que circula con retraso sacó del anonimato a la Tita: mujer, madre, ladrona y gitana de pura cepa.