El objetivo de esta obra es valorar en qué medida las regiones españolas se encuentran preparadas para aprovechar las posibilidades que ofrece la economía del conocimiento, analizando hasta qué punto su posición económica relativa está relacionada con la disponibilidad y utilización de recursos o activos del conocimiento, como el trabajo altamente cualificado y determinadas categorías del capital productivo. Algunas actividades económicas son particularmente intensivas en el uso de estos activos, y por ello importa conocer su importancia en el tejido económico de cada región, ya que influye en su capacidad de crecimiento.
A lo largo del libro se pasa revista al comportamiento de las regiones durante las últimas fases de expansión y recesión económica, se explica la metodología que permite estimar la importancia de los activos del conocimiento de cara al crecimiento económico, y se analizan dos pilares fundamentales de la economía del conocimiento: el capital humano y las TIC. También se contemplan factores de entorno relevantes que ayudan a entender el distinto grado de penetración de la economía del conocimiento en el tejido productivo regional, y se elabora finalmente un conjunto de indicadores que definen la posición relativa de cada región.
No solo los expertos en políticas regionales, sino también los responsables de gestionarlas en las diversas Administraciones y el público en general encontrarán aquí ideas de interés con relación a los temas referidos.