Estas interpretaciones poco ortodoxas en la historia del cristianismo moderno son lectura obligada para filósofos, religiosos, teólogos e historiadores.
«Para hacer efectiva la ley, los sodomitas organizaron una enorme red de policía secreta que tenía la misión de escuchar si alguien expresaba opiniones contrarias a lo establecido en el domicilio o en la calle y arrestar al infractor de inmediato. Y como eran muchos los que manifestaban sus dudas respecto a la abolición de la pena de muerte, se les sometía a un juicio sumarísimo y los fusilaban en el acto. Sentencias así se dictaban a millares, al igual que penas de cárcel por poner en duda el principio de la libertad universal y condenas de esclavitud por cuestionar la igualdad entre todos los hombres.»