Además de las poliédricas manifestaciones y de las representaciones artísticas y espectaculares a que dieron lugar, sin duda, las ceremonias, el texto pone de relieve el significado de las fiestas medievales como manifestación de una cultura de la representación social, donde la reunión general de la población, que incluye la participación pública y colectiva cuando no la unánime adhesión al rito convocado, expresa con rotundidad la capacidad para entender y asumir el simbolismo implícito de las ceremonias, siempre teñidas del credo religioso y de la ideología del poder. Esta obra analiza los distintos elementos que definen la naturaleza de la fiesta, qué sentido tiene en las sociedades medievales y la importancia de esta como objeto de estudio.