Aunque ampliamente repartida por Europa, Asia y el sur de África, se considera una especie amenazada, principalmente a cause de la degradación de sus hábitats. La población ibérica es la más numerosa de Europa occidental, con poco más de 400 parejas repartidas entre España y Portugal. Casi la mitad de ellas (173-195 parejas según los censos más recientes) llegan cada primavera a Extremadura -al regreso de su migración a África- para anidar en árboles de bosques y dehesas o en rodeos de sierras y riberos.
En Extremadura recae, por tanto, el compromiso de conservar esta especie, que atañe tanto a la Administración -responsable de adoptar las medidas necesarias para garantizar su supervivencia- como a todos los extremeños relacionados con el medio natural donde habitan estas aves de extraordinaria belleza, y tan sensibles al impacto de nuestras actividades.
Conocer para proteger: esta es la idea central que ha guiado la realización de este trabajo, que presenta una síntesis de los conocimientos actuales sobre la vida y costumbres de la cigüeña negra, uno de los más genuinos representantes de la avifauna extremeña.