La separación de sus padres forzó a Mary a vivir su adolescencia entre dos ciudades, para pasar una temporada con uno y luego con otro. A sus 18 años, y a punto de iniciar la universidad, comienzan a exigirle que asuma responsabilidades, pero se siente perdida. En cada mudanza tuvo que dejar atrás sueños y amores quedando con las manos vacías. Para evitar que su historia se repita se enfrenta a su padre y huye de casa con el hijo de su hermanastra, un chico de tan solo diez meses de edad, cuyo único problema es tener a una madre drogadicta y a un padre camello que lo obligará a saltar entre las casas de sus familiares en busca de alguien que pueda hacerse cargo de él.
Llega a Jamestown, una isla paradisiaca donde su abuela pasó sus últimos años, y donde quedaron ocultos secretos familiares capaces de transformarle la vida. Allí conocerá a Justin, un joven perseguido por sus propios demonios y quien la ayudará a hallar la fortaleza necesaria para seguir adelante, y se reencontrará con su antiguo amor, Eric, quien además de revivirle las emociones cernerá sobre ella un manto de dudas e inquietudes.
Esta nueva mudanza traerá cambios muy dramáticos para la chica, ya que esta vez no estará sola, y eso la empujará a enfrentar la adultez sin estar preparada para ello, al tiempo que el amor toca a su puerta, así como el peligro.