Lector/a: - Iimagína que quieres ser padre/madre y no eres fértil: ¿qué estarías dispuesto a hacer para conseguirlo? - Imagína que eres seminarista, fraile o monja o cura: ¿por qué motivos dejarías el habito o la sotana y por qué te casarías? - Imagína que tu mente está atrapada en una secta u organización similar: ¿qué harías para salir de ella? - Imagína que ya eres viejo y quieres ser abuelo, pero tus hijos no están por la labor: ¿te resignarías? - Imagina que eres profesor y vas o llevas de excursión a tus alumnos de 15-18 años: ¿qué crees que puede pasar? - ¿Imaginas cómo se vivió la guerra civil en la zona nacional donde no hubo batallas propiamente tales? - Te imaginas, sobre todo siendo mujer, cómo debió de ser aquello del luto riguroso para una adolesdente hace70 años? - ¿Crees de verdad que "el amor no tiene edad". Pues si crees y te imaginas estas y otras muchas cosas similares, quizás también tú podrías haber escrito estos relatos, que no son más que el reflejo de la vida misma. Estás, amigo lector, ante una serie de 13 relatos cortos, de unas ¿30 ó 40? páginas cada uno, que podrás leer en poco tiempo y sin agobios y que quizás te distraigan durante un par de horas una tarde oscura de invierno, cuando te apetece quedar en casa cómodamente repantigado en el sofá. No busques en estos relatos grandes gestas ni personajes heroicos. No busques largas descripciones ni alambicamientos estilísticos. No busques tampoco datos biográficos ni autobiográficos. Son relatos que, partiendo, como todos los relatos y novelas, de personas y acontecimientos más o menos reales, graacias a la imaginación se han convertido en algo completamente nuevo y distinto, si bien he procurado que resulten en todo momento verosímiles, entretenidos y, sobre todo, muy humanos. Tú dirás si lo he conseguido.