Con abundante apoyo gráfico, este libro aborda la evolución hitórica de la cerámica granadina. Desde el mas sencillo cacharro realiado a mano con pasta groseras y torpes trazos ornamentales hasta los que se exigen las técnicas mas depuradas, los objetos cerámicos ofrecen abundantes noticias sobre la vida diaria, la religiosidad, la estética, y el desarrollo tecnológico de una sociedad. Entre los restos neolíticos de la cueva de la Carigüela y la actual cerámica de autor, tres momentos caracterizan la producción de esta tierra como referente obligado en el arte de la alfarería. la terra sigillata romana, la cerámica nazarí, que de manera tan singular extendió su uso a la arquitectura y la conocida como de Fajalauza, de origen morisco, de la que se describe el proceso artesanal de elaboración y reproducen abundantes siluetas y motivos decorativos.