La cenicienta que no quería comer perdices se ha convertido en un gran boom editorial antes de publicarse: la puja por la compra de los derechos de publicación ha sido la más reñida del año. Las autoras escribieron e ilustraron a cuatro manos este cuento que autoeditaron tras conseguir fi nanciación gracias a amigos y conocidos. El éxito fue tal que el cuento se convirtió en todo un fenómeno en Internet: empezó a circular por e-mail, en foros, en blogs... y las autoras empezaron a dar charlas en institutos y universidades. Se convirtieron en referentes del buen rollo y consiguieron una total identifi cación con su público. Es un cuento moderno para adultos que revisa con mucho humor los papeles que nos ha tocado a todos representar en este gran teatro que es la vida.