Argumento de La Catedral
Nuestro imaginario de la ciudad occidental debe mucho a la presencia de las catedrales que, durante siglos, dominaron su conjunto, dándole además sentido y significación. Pero hoy casi todas han perdido lo esencial de su entorno, mientras el romanticismo, que tuvo el mérito de atraer nuestra atención sobre las catedrales, nos ha legado una visión muy parcial, cuando no falsa. Sólo la investigación en profundidad realizada por el historiador -que analiza numerosas catedrales de Francia, Inglaterra, Alemania, Italia, España y Bohemia-, ampliando el campo de estudio de la historia del arte, tomando en cuanta las conclusiones de las excavaciones más recientes, reexaminando los estados sucesivos del dispositivo urbano y proponiendo una nueva lectura de los documentos escritos (crónicas, planos, cuentas), nos permite captar la metamorfosis de ese tipo de edificio, el más cambiante de todos, desde la Antigüedad tardía hasta la época del Renacimiento.1