"La casa de la alegría" (1905) fue la novela que consagró a Edith Wharton, saludada desde su publicación como un clásico norteamericano. aunque no faltó quien le reprochara «el ingenio adusto del cínico sofisticado o, aún peor, de la mujer cínica». Hoy nadie se resiste a las semblanzas agudas y a las finísimas disecciones de una escritora que supo ver con un ojo antropológico la rica sociedad a la que pertenecía.