Al término de la II Guerra Mundial, sólo cinco naciones permanecían neutrales en Europa: Irlanda, Suecia, Suiza, Portugal y España. Pero, lejos de evitar la guerra en su expresión más amplia, estos países fueron objeto de otra guerra más sutil y no menos definitoria: la guerra de los servicios de inteligencia.
En España combatieron a la sombra los reputados servicios británicos: MI6, MI5 y NID; y las KO alemanas, es decir, las Kriegorganisationen u Organizaciones de Guerra.
¿Cuál fue la postura de Franco? ¿Estaba enterado de la guerra de servicios que se libraba en suelo español? ¿Tomó partido o fue su postura pragmática, como parece ser correspondía a su personalidad fría y posibilista? ¿Hubo un antes y un después en su política exterior?
A través de los hechos acaecidos en La Coruña y que trascienden al resto de España, se puede establecer una conexión histórica que contribuye a entender el relato como un todo, que bien pudo ser trasunto y reflejo de lo que aquí se narra.
Los personajes que aparecen citados ya no existen por razones naturales. Ha sido nuestro deseo darles el tratamiento que toda persona entregada a una causa merece. Para todos ellos nuestro reconocimiento por haber contribuido a una paz que si en determinados casos es endeble al menos ha hurtado los horrores del período narrado.
En este libro se pone de manifiesto la eficacia de un servicio de información, el SIE, que junto a la Tercera del Alto, estaba siempre al tanto de la guerra silenciosa, inmisericorde y cruenta que se libraba en España, país ribereño cuya entrada en el conflicto hubiera cambiado el curso del mismo...