Un martes, Lynn está en la habitación 303 cuando ya hace tiempo que debería haberse marchado. Oye pasos en el pasillo, la llave se introduce en la cerradura y sólo tiene un escondite: se mete debajo de la cama y pasa la noche allí. A partir de ese día, cada martes vuelve a esconderse en el mismo sitio, desde donde escucha, siente e imagina la vida de los ocupantes de la habitación.
La camarera es el intenso retrato de una joven que quiere saber cómo consigue la gente lo que tanto le cuesta a ella: llevar una vida normal. Hay algo de lo que no cabe duda: después de leer La camarera nunca volverás a dormir en un hotel sin mirar debajo de la cama. «Una novela perfecta, honesta e inquietante a la vez Markus Orths convierte el estrecho y polvoriento espacio de debajo de la cama en un paraíso de percepción, en ese espacio infinito donde todo es posible», Frankfurter Rundschau .