Pedro Antonio de Alarcón. Un día del año de 1846, un gitano pide audiencia al capitán general de Granada, el Conde de Montijo, con el fin de pedir los mil reales a cambio de informarle sobre "Parrón", el bandolero más buscado de la provincia, delincuente cruel que nunca perdona la vida de sus presas tras robarles, con la creencia de que solo de esta manera jamás la justicia dará con él.