Publicada en 1931, La buena tierra cosechó un éxito inmediato y se convirtió rápidamente en una de las obras de referencia que acercaban a Occidente el sentir oriental y describían las agudas tensiones sociales que desembocaron en la proclamación de la República Popular China en 1949. Traducida a veinte idiomas, la novela, primera de la trilogía La familia Wang, mereció distinciones como la medalla William Dean Howells y el Premio Pulitzer (1932).
Aunque han transcurrido más de setenta años desde su primera aparición, el libro ha mantenido su popularidad hasta convertirse en uno de los grandes clásicos de hoy.
Sólo puedo escribir sobre lo que conozco, y todo mi conocimiento es China, el lugar donde siempre he vivido, Pearl S. Buck.
Aunque nació en Hillsboro (Estados Unidos), la vida de Pearl S. Buck (1892-1973) se vio vinculada muy pronto a China, lugar al que emigraron sus padres como misioneros presbiterianos. La formación de Buck se vio enriquecida por el contacto constante con las culturas de ambos países, tal como recogía ya su primera novela, Viento del Este, viento del Oeste (1930). Poco después, la trilogía de la familia Wang, ahondaba en la singular perspectiva de quien se hallaba en continuo tránsito entre Oriente y Occidente. Del resto de su obra, con más de setenta títulos, cabe destacar igualmente La flor escondida, La estirpe del dragón, Cerca y lejos, Bambú, El dragón mágico, El ángel luchador o Carta de Pekín. En 1938 la autora fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura "por su rica y exacta descripción de la vida rural en China, y por sus obras maestras de género biográfico".