Pocas obras han contribuido a modelar el pensamiento occidental tanto como la Biblia. A lo largo de los 46 libros que componen su primera parte, el Antiguo Testamento, asistimos al desarrollo de la compleja relación entre el pueblo de Israel y su Dios. Esta serie de episodios de carácter legendario, entre los que se incluyen la expulsión del Paraíso, la construcción de la Torre de Babel o la destrucción de Sodoma y Gomorra, se ha convertido con el paso del tiempo en parte indispensable del acervo cultural de Occidente.
Y creó Dios al hombre a imagen suya: a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Dios los bendijo, diciéndoles: «Sed fecundos y multiplicaos; llenad la tierra y dominadla; mandad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que repta sobre la tierra».