Argumento de La Atalaya de los Libros
: En una explanada suburbial, entre pisos modestos y sonidos insufriblemente cotidianos, se alza una atalaya. Consta de tres plantas, dos lujosamente amuebladas y una tercera muy especial. En ella, bajo una cúpula cuyas transparencias protegen mágicamente miles de libros del sol, desde el siglo XV se guarda una biblioteca al cuidado de los Dvorak, cuyo último representante, Arístides, acaba de cumplir ciento cuatro años. No lejos, vive un niño. Ha llegado recientemente a la ciudad y sueña con los héroes que pueblan sus lecturas, admira y envidia a Guillermo Brown mientras busca su espacio en un entorno que le resulta ajeno. Un día descubre a Arístides. Lo ve paseando y se admira de su porte, de su altura y de la espectacular cola de pelo blanco. Pronto se imagina, no cree, que ha surgido de alguno de los libros que cambia y recambia en una librería de viejo del barrio. Y a través de la curiosidad de uno y de la personalidad de otro se inicia la amistad entre dos soledades. Una amistad que dura lo que dura, la vida tiene sus reglas, gracias al verdadero significado de una esfera roja en cuyo interior vuelan las páginas a la búsqueda de su libro. Con el tiempo a aquel niño le invitan a pronunciar una conferencia. Una más a las que su profesión le obliga. Sin embargo, en esta ocasión, y mientras busca algo atractivo para sus eruditos colegas, los recuerdos de infancia reviven a través del ciprés que se dibuja tras la ventana de su despacho en la Facultad de Letras. ¿Qué asunto tratar? ¿La actual orientación política de las vanguardias? El ciprés osciló, negando. ¿Por qué no el recorrido sentimental que te ha ligado a la literatura?, terció la posibilidad. ¿A quién le interesaría?, pensó él. Qué prefieres, prosiguió ella, ¿seguir en la rueda de la erudición o por una vez...? Mis estudios han sido y son... El ciprés ya no oscilaba y la posibilidad insistió. ¿Por qué no les revelas el secreto de esa bola roja en cuyo interior vuelan las páginas en busca de su libro?0