El libro del Génesis se refiere a una extraña serpiente que no sólo habla, sino que además es muy astuta. Tanto que es capaz de engañar y seducir al ser humano para que rompa, nada menos, que con Dios, aquel que le había regalado la vida y le había colocado en un jardín maravilloso en el que se encontraban todo tipo de bienes. Esta conocida historia ha dado origen a una doctrina, la del pecado original, que hoy ha perdido el crédito teológico que tuvo en otras épocas. Y, sin embargo, bien entendida, esta doctrina plantea una pregunta decisiva: ¿dónde pongo yo mi corazón?, ¿dónde está mi tesoro?, ¿quién merece mi confianza? Esta pregunta nos invita a no perdernos en el follaje del pecado y a ir a las raíces del árbol. La obra de Martín Gelabert busca hacer creíble esta doctrina a nuestros contemporáneos.
1.1. El ambiguo simbolismo de la serpiente
1.2. Una doctrina no siempre bien entendida
1.3. Aclaración terminológica
1.4. Un libro escrito para mi propio placer
2. Pecar, lo contrario de creer
2.1. Un lenguaje peculiar
2.2. Referencia a Dios
2.3. A través de mediaciones
3. Pecado del origen y pecado original
3.1. Originante y originado
3.2. Importancia de la doctrina del pecado original
3.3. Un capítulo de antropología teológica
3.4. Lo que la Revelación dice coincide con la experiencia
3.4.1. Algunos datos de la Escritura
3.4.2. Datos antropológicos
3.4.3. Datos filosóficos
3.4.4. Orientaciones de la teología
4. El ser humano, casi como un dios
4.1. ¿De dónde viene el ser humano? Evolución y creación
4.2. Teoría de la evolución y pecado original
4.2.1. Única criatura a la que Dios ha amado por sí misma
4.2.2. Del hombre al hombre
4.2.3. Dificultad de discernir
4.2.4. Amar a Dios con todas las fuerzas
4.3. A imagen de Dios le creó
4.4. Y le colocó sobre la tierra
4.4.1. ¿Por qué sobre la tierra y no en el paraíso celestial?
4.4.2. Lo que pudo ser y no fue
4.4.3. En la tierra siempre nos relacionamos con Dios por la fe
5. Lectura teológica de los textos bíblicos que tratan del pecado original
5.1. Algunas consideraciones sobre exégesis y teología
5.2. El pecado original está implícito en la Escritura
5.3. Uso teológico de Génesis 3
5.3.1. Etiología histórica
5.3.2. Análisis teológico de los contenidos
5.3.2.1. ¿En qué consiste el pecado de los orígenes?
5.3.2.2. El simbolismo de la serpiente o lo desencadenante del pecado
5.3.2.3. Consecuencias del pecado de los orígenes
5.3.2.4. Pecado y esperanza
5.4. Lectura teológica de Rom 5,12
5.4.1. Anotaciones previas
5.4.2. Las dos exégesis históricas de Rom 5,12
5.4.3. Repercusiones teológicas y doctrinales
5.5. Solidaridad en el pecado de los padres y solidaridad en la bendición
5.5.1. Hemos pecado con nuestros padres
5.5.2. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra
5.6. Lectura teológica de algunos textos de Juan
5.6.1. Seducción del diablo
5.6.2. Pecado del mundo
6. El primer hombre y el que había de venir
6.1. Tentación de Adán y tentación de Jesús
6.1.1. El meollo de la tentación: ¿cómo ser como Dios?
6.1.2. ¿Pero cómo Dios puede ser así?
6.1.3. La tentación puede ser vencida
6.2. Desobediencia de Adán y obediencia de Jesús
7. Teología del pecado original: originante y originado
7.1. El primer pecado, prototipo de todo pecado
7.1.1. ¿Dónde está la gravedad del pecado de los orígenes?
7.1.2. El dilema: Dios, ¿amigo o adversario?
7.1.3. El hombre, abandonado a sus solas fuerzas
7.2. El pecado transmitido: de la ruptura a la ausencia de Dios
7.2.1. Comprensión analógica del pecado original (originado)
7.2.2. Falta de mediación para la gracia
7.2.3. El pecado del mundo
7.3. Muerte y concupiscencia, ¿consecuencias del pecado?
7.4. La condenación eterna, ¿consecuencia del pecado original?
7.5. María, ¿una excepción a la universalidad del pecado original?
8. Necesidad de Cristo sin pecado original
8.1. Necesidad de Cristo para la divinización humana
8.2. El pecado reviste la encarnación de un nuevo sentido
8.3. Cristo, el Hombre nuevo