Claro que este estudio, en consonancia con mi dedicación, está realizado desde la mirada de la arquitectura, acompañada como es natural de las importantes y absolutamente imprescindibles aportaciones de interés que desde la historia, la historia del arte y la arqueología afectan a sus contenidos. Yo soy arquitecto, no soy ni historiador ni arqueólogo. Nunca he pretendido serlo, aunque ambas disciplinas forman parte fundamental de mis continuados estudios. Por lo tanto, las noticias de carácter documental e histórico que aparecen en este texto incluyen las referencias a sus fuentes y autores.
Y esta mirada parte desde la correcta interpretación de los monumentos que son, aun en el estado en que nos llegan, el mejor documento posible para su estudio; desde un riguroso análisis de sus sistemas estructurales y constructivos, que se corresponden en cada cultura arquitectónica con el nivel de su conocimiento técnico y de los intentos por superarlo; de la clara finalidad de lograr fundamentalmente con esos medios un espacio de cualidad ahora inequívocamente románica; desde las circunstancias y problemas que para levantar estos edificios estos maestros lombardos se plantearon y resolvieron; y desde el estudio y comparación de sus tipologías conservadas con sus homólogas construidas en otros lugares, entre otros aspectos. Desde la disciplina de la arquitectura, el camino nos permite contemplar y comprender mejor lo que el historiador del arte expone a nuestro conocimiento. De otra forma, el resultado es parcial, no puede ser completo. De todo ello se trata en este texto, que explica la naturaleza, artificio, función y organización en un conjunto global de los elementos estructurales y sistemas constructivos lombardos, con una breve introducción previa del corpus de iglesias y castillos objeto de estudio».
Roberto Benedicto Salas