En 1971 fue distinguido con el Premio Adonáis por su libro Elegía y No. En 1980 obtuvo una Beca Juan March a la creación literaria. Entre otros galardones, ha recibido el premio Málaga-Costa del Sol de periodismo, Ciudad de Melilla de poesía y el Laurel Poético Ibn al-Jatib.
De su obra destacan los poemarios Uranio 2000. Poemas del Caos (1970), Elegía y No (1972), La nieve de su mano (1978), El artificio de la eternidad (1984), El don de lo invisible(1991) y Lo que queda del aire (1993). En 1990 apareció su obra poética reunida en el volumen Poesía 1968-1989, en la colección malagueña Ciudad del Paraíso, con estudio preliminar de Francisco Ruiz Noguera. En prosa ha publicado Bornoy, imágenes para un fin de siglo, Antonio Gala, un hombre aparte, y el libro-dietario Autobiografía del desconsuelo.
Con la arena rota obtuvo el X Premio de Poesía Cáceres, Patrimonio de la Humanidad.