Argumento de «la Antorcha»
Desde 1899 y durante treinta y siete años, Karl Kraus imaginó, editó y escribió casi en solitario una revista, Die Fackel, desde la que desarrolló una crítica radical y directa alimentada por un irrenunciable afán de libertad, tanto personal como espiritual. Central en la cultura vienesa de comienzos del siglo pasado, denunció la corrupción y degradación de un lenguaje que veía banalizarse y mercantilizarse; una prensa incapaz de juzgarse a sí misma y un progreso que subordina el objetivo de la vida a los medios de subsistencia, con pérdidas irreversibles para el hombre, que ve cómo se le sustrae el oxígeno. La lectura de Die Fackel, que hoy presentamos en una antología preparada y traducida por Adan Kovacsics, preocupado desde largo por las funestas consecuencias de la corrupción del lenguaje (véase su Guerra y lenguaje), nos adentra en la genealogía de nuestra sociedad sumergida en el consumo y el espectáculo.1