Katón, vaga por el mundo de los personajes no creados hasta que es rescatado para protagonizar esta obra reflexiva y caótica donde la paradoja y la ausencia de disciplina literaria forman su esencia El imaginario ser es testigo de esos acontecimientos cotidianos que suceden en nuestras ciudades y pueblos. Intenta desde su punto de vista objetivo y carente de sentimientos relatar y sacar conclusiones de estos momentos del día a día de sus compañeros. En su viaje cuenta con la ayuda del niño Jemaní y del viejo escritor Kaltarco. Katón se va adentrando en las virtudes y defectos del hombre y la mujer. Inevitablemente, poco a poco se ve afectado e involucrado, de cierta manera, en las costumbres y sentires de los seres humanos a los que observa. ¿Conseguirá esa objetividad necesaria para terminar su tarea? Un punto de vista distinto que invita a pensar.