Dentro de un tono de divulgación que hace amena y asequible la lectura -sin sacrificar rigor ni precisión en la exposición de las instituciones musulmanas y en su adecuada traducción al lenguaje jurídico actual- el autor va incidiendo en cuestiones a las que nuestro pasado islámico y el habitual abandono de estas materias por parte de los historiadoes del derecho confieren un extraordinario atractivo.
Quiénes eran el cadí y el hakim , dónde juzgaban, cómo se concretaba el régimen de sustitución de los magistrados, a quién correspondía la representación de las partes en el proceso, a través de qué actuaciones se tramitaban las causas penales... son algunas de las preguntas a las que esta obra da respuesta, introduciendo, al mismo tiempo, en el conocimiento de buen número de obras jurídicas andalusíes que permitirán al lector profundizar en el fascinante mundo tan lejano aún para el gran público- de la organización judicial y el proceso de al-andalus.