Twelve tiene doce años y nunca ha salido del orfanato Moser, a las afueras de la gran ciudad de Danubia. No sabe quiénes son sus padres y ni siquiera tiene un nombre, solo un número, Twelve, por haber sido la duodécima huérfana de su año. En Danubia hay dieciocho academias: la de los Músicos y la de los Alquimistas, la de los Escribas y la de los Sirvientes... El sueño de Twelve es entrar en la Academia de los Sirvientes y convertirse en camarera, quizá la encargada de recibir con un uniforme impecable a los invitados en una de las mansiones de la ciudad.
Tras un extraño examen de acceso, llega el momento de que Twelve salga del orfanato y haga realidad su sueño. Pero el carruaje en el que viaja acaba en el río a causa de una explosión y ella termina en una academia muy distinta que ni siquiera figura en los registros de la ciudad: la Decimonovena Academia. En la gran ciudad de Danubia, en una isla deshabitada, se esconde esta escuela prohibida que nadie conoce. Y Twelve ha sido elegida para formar parte de ella.