En esta tercera obra del periódo crítico Kant responde a la pregunta perenne de la Estética de Occidente: la relación entre el ser y la belleza, que ve en la contemplación un camino de ascenso por llegar a los principios incondicionados del ser y en la belleza el principio que confiere unidad y armonía a la naturaleza. Desde este planteamiento, la reflexión kantiana sobre la belleza y gusto traspasan los temas de la filosofía del arte y se dirigen a un tema eminentemente metafísico: la ontología de la belleza.
La presente obra aborda la profundidad de estos temas y los expone de forma clara e interesante, por lo cual constituye un libro útil no sólo para los especialistas en el tema, sino para todo lector interesado en tener un acercamiento a la filosofía de la belleza en Kant.