Lucas, que se ganaba la vida dirigiendo una exitosa casa de juegos, se convirtió en espía para acabar con la banda de Forres, a quien culpaba de la muerte de su hermano. Él pensaba que La Dama solo era una solterona aburrida. Ella que Lucas era un niño perdido con ínfulas de rebelde. Pero cuando salió a relucir la verdad, no fue solo el amor el que se puso en riesgo.