Un rayo de luz sobre un fondo gris, con estas palabras le explicaba Mons. Larrea al autor de este libro, el cambio que experimentó su vida cuando conoció a San Josemaría Escrivá.
Nada o casi nada de lo que pueda relatar se sale de lo cotidiano, lo de siempre y en todas partes. Lo que he vivido -y ya son 77 años- se ha desenvuelto en la normalidad; pero un foco de luz poderosa proyectó el Señor en mi alma, como en la de millones de personas, con el bautismo. Allí recibí la condición gloriosa de hijo de Dios, la libertad con que Cristo me liberó (...): quedé comprometido con el compromiso de la fe y del amor, propios de un bautizado.
Todo esto no se dio desde el primer momento, ni de modo inmediato: La conciencia plena de esta realidad transformadora del bautismo no la tuve siempre: se fue insinuando poco a poco y llegó como el rayo de luz sobre el fondo gris de una existencia anodina, desde que conocí a un santo, cuya misión consistió precisamente en enseñar y mover a muchos, ¡a todos!, a conocer la grandeza de la vida ordinaria, el cambio profundo de lo vulgar y corriente en algo realmente grande, por la fuerza de la gracia, por la viven-cia de la fe y del amor. Tuve la dicha de conocer y seguir de cerca al Fundador del Opus Dei en 1949 y he vivido la experiencia de participar en su beatificación en 1992 y en su canonización en 2002.
Juan Larrea es el primer fiel del Opus Dei de nacionalidad ecuatoriana y el primero que inicia la labor apostólica en su país.
Antonio Vázquez, escritor, con más de diez libros sobre matrimonio, familia y varias biografías, y colaborador habitual en periódicos y revistas. Después de leer detenidamente los recuerdos que Mons. Juan Larrea Holguín había escrito sobre su vida, llegó al Ecuador en marzo de 2005, junto con su esposa. Varias semanas in-tensas en Quito y Guayaquil: largos ratos de conversación con Mons. Larrea; entrevistas con personalidades de la Iglesia, amigos, familiares; y numerosos testimonios de parientes y conocidos que glosaban diferentes aspectos de su vida. Fruto de toda esa investigación, nos entrega Antonio Vázquez una primera semblanza de la vida de Mons. Juan Larrea Holguín.