Después de algunos años, Chaney Sullivan tenía que volver a encontrarse con Drake Llewelyn por trabajo. A pesar de la atracción que sentía por él, debía recordarse constantemente que los mujeriegos declarados como él implicaban problemas con P mayúscula. Él jugaba para ganar y ella no podía arriesgarse a apostar en el amor y perder, por mucho que Drake dijera que había cambiado. Así que sólo le quedaba protegerse contra su aspecto de estrella de cine, su devastador encanto, su sonrisa embriagadora? ¡Aquello iba ser mucho más difícil de lo que creía!