La constante búsqueda de lenguajes y sistemas de expresión a los que Calvino somete su espacio narrativo hace de su escritura un ámbito abierto y dinámico siempre en evolución, que contribuye a hacer posible ese sólido proceso de identificación con el lector, quien, a través de una continua interrogación, descubrirá el talante innovador de un escritor cada vez diferente, fuera de toda adscripción a estilos y corrientes.