Argumento de Isabel la Católica
Huérfana de padre a los tres años, fue alejada de la corte y poco después apartada de su madre. Con 17 años murió su hermano e intentaron forzarla a desposarse con el rey luso Alfonso V, pero finalmente se casó con un pretendiente de su agrado, Fernando II de Aragón, lo que le costó ser desheredada.
Durante un lustro combatió a Juana la Beltraneja para afianzarse en el trono de Castilla. Después las luchas continuaron, bien apoyando a Fernando contra las ofensivas francesas, bien en la Reconquista de Granada. Apostó por los sueños de Cristóbal Colón, pese a la oposición de la corte castellana y de su marido.
Comprometió a sus hijos en desposorios estratégicos que, lejos de traerle felicidad y herederos, sembraron la muerte y el desánimo en su vida. Así, en cuatro años tuvo que enfrentar la muerte de sus fiduciarios, viendo peligrar su obra y quebrantarse su salud.
Ante esta vida de novela o esta novela de la vida, nadie podrá escapar a sentir también la sorpresa, la fuerza, las alegrías y a las frustraciones de aquella mujer que marcó la historia de España.1