Argumento de Irlanda
Agrestes praderas, escarpados acantilados, planicies rocosas, remotas islas? El paisaje irlandés es de una belleza dura, desaliñada, agresiva incluso. Bajo un eterno cielo grisáceo, que amenaza lluvia, se alzan en buena parte de este rincón de Europa pequeñas poblaciones de menos de 500 habitantes. Pueblitos con su iglesia, su tienda, su pub, y poco más. Muchos buscan la esencia de este rincón de Europa en la vieja Irlanda rural, poblada por gentes de fuerte carácter pero dotados de un peculiar sentido del humor y la hospitalidad.
En contraste a esta imagen tópica, aunque aún real en algunas zonas del país, se opone la Irlanda del siglo XXI, marcada por el famoso ?milagro económico? hoy día algo mermado por la crisis. Dublín, la única gran ciudad de la isla junto con Belfast, es una capital cosmopolita y vibrante, con una buena nómina de museos y monumentos, una interesante oferta cultural y, como no, centenares de pubs. La capital de Irlanda del Norte, por su parte, resultará estimulante sobre todo para el viajero interesado en los avatares históricos de la isla, lo mismo que la bella ciudad amurallada de Derry, que guarda también los impactantes murales políticos del barrio de Bogside.
Fuera de las principales ciudades, será el paisaje el que centre el siempre fascinante recorrido por Irlanda, que preferiblemente hay que visitar en coche de alquiler: los pueblitos de la costa sur, los alrededores del bello parque nacional de Killarney, los ?anillos? de Kerry y Dingle, los famosos acantilados de county Clare o de las islas de Aran, el paisaje marciano de Connemara, no muy lejos de la acogedora y bohemia Galway, el inhóspito condado de Donegal, la bonita costa norte de Irlanda del Norte? Y todo ello sin olvidar el mágico momento en que el viajero se lleva a los labios una espesa pinta de Guinness en la barra de madera del pub, mientras un puñado de parroquianos se sientan en círculo a interpretar viejas canciones tradicionales.0