¿Hasta qué punto es fiable nuestra intuición? ¿En qué grado deberíamos depender del instinto visceral más que del análisis racional a la hora de invertir en la bolsa, elegir pareja, contratar a un empleado o valorar nuestra propia capacidad? En este libro, tan atractivo como accesible, David G. Myers muestra que si bien la intuición puede proporcionar instrumentos útiles al respecto, también es capaz de inducirnos a cometer peligrosos errores.
Myers llega a la conclusión de que los pensadores creativos deben apreciar tanto el poder de la intuición como el del intelecto. La intuición nos guía durante buena parte de nuestra vida. Pero si se la deja demasiado libre, con frecuencia puede ser causa de desgracias. Nadie puede dictar mi conducta, declaró Diana, princesa de Gales, en la última entrevista que concedió antes de su accidente fatal, obro por instinto y el instinto es mi mejor consejero.