Expuesto el objeto de la lógica y la finalidad de esta ciencia, analiza el autor los elementos de la enunciación, para dedicar las páginas centrales al estudio de la argumentación, las formas del silogismo y las leyes de universalización. Se trata de saber cómo atenerse al principio de que sólo el conocimiento por causas merece el nombre de científico. Esta lógica, tal como la expone Verneaux, se mantiene en la línea del Organon aristotélico.
En este manual, de gran probidad y solvencia intelectuales, se nos muestra la pericia de maestro y la gran experiencia del autor. Pero, sobre todo, su propiedad de enseñar a pensar. En este sentido, no se debe titubear en calificar a este volumen de guía seguro para los que se quieran iniciar en el estudio de la filosofía y para sus maestros.