¿Cómo podría mantener el corazón al margen de aquel negocio?
A la agente literaria Adrienne Corley le gustaban los libros de Gideon McCloud, pero eso no quería decir que le gustara él. Tomó la decisión de verse cara a cara con su temperamental cliente por el bien de su carrera y no porque el solitario escritor le pareciera increíblemente sexy. A Gideon le gustaba vivir solo... hasta que apareció su guapísima agente y le pidió que se encargara de algunos asuntos profesionales... y personales. Cautivado por la sonrisa de Adrienne, Gideon la dejó entrar en su casa... y en su cama.