A la semana siguiente, salimos mi marido y yo a dar una vuelta por el paseo de la Rambla, Alicante. Era tarde y el último día de la Feria del Libro, 2011.
Nos encontramos a un amigo, escritor y poeta, ya iba de vuelta a casa, él me preguntó si yo había enviado un relato para el libro alicantino que al parecer se editaba cada dos años cuyo título era, y sigue siendo, Relatos Urbanos. Le contesté no estar preparada para ello, además de desconocer la bonita costumbre de poder participar.
Él insistió y dijo: «Lo puedes enviar esta misma noche por correo electrónico». Cuando volvimos a casa, eso hice, y cuál sería mi sorpresa al informarme de que mi relato estaba entre los diez elegidos para su publicación en el mismo.
Mi marido y yo asistimos ilusionados a la entrega gratuita del premio. Para mí fue un gran obsequio y muy gratifificante. Ello me sirvió de estímulo para escribir otros, como los que ahora se publican en esta preciosa edición de mis relatos. Deseo de corazón que muchos los lean y sean de su agrado. Así lo espero.
Eumenia Rodríguez Chamorro 22/5/2018.
PVP (En papel)