Cuando la noche nos tiende su mano volamos al país de los sueños, al maravilloso mundo de la inocencia, al espacio infinito, al mundo de la ilusión y del eterno amor. Les invito a un viaje maravilloso, a la eterna primavera, a luz primera en la noche del alma en el mundo de la idea. No dejen nunca de soñar; siempre nos quedará el sueño, el sueño bueno.