Con el crecimiento del crimen en América Latina, la inseguridad se ha colocado en el centro de la agenda pública. De igual forma, en Chile la inseguridad se ha convertido en un elemento clave para caracterizar formas de crecimiento urbano, diseño de políticas, mecanismos de socialización y accionar gubernamental. Pero aún más, la ciudadanía ha construido un discurso relativo a la sensación de inseguridad vinculado casi directamente a la posibilidad de ser víctima de un delito. Este discurso político y ciudadano configura un fenómeno social que adquiere autonomía en los últimos años, incluso, de aquellos factores vinculados tradicionalmente con su surgimiento y desarrollo. La investigación que presenta aquí Lucía Dammert abre la discusión a partir de un análisis pormenorizado tanto desde una revisión histórica del fenómeno como de los cambios que se registraron en Chile en los últimos años. El rol del Estado, la desconfianza en las instituciones, el rol de los procesos de urbanización y, también, el papel de los medios de comunicación en la construcción de diversas sensaciones de inseguridad son algunos de los ejes desde los que se analiza el fenómeno y se proponen mejoras conceptuales para su análisis.