Aquéllos que no disponen de tiempo libre y necesitan del trabajo para su supervivencia, no tienen futuro, viven un presente que se repite instante tras instante y queda fuera de la acción. Es lo mismo que vuelve una y otra vez, porque fuera de la acción no hay espacio para la novedad. El instante se repite, pero siempre es el mismo. El hombre condenado al trabajo estará siempre separado de todo lo que puede y de todo lo posible. ¿Qué es el tiempo? El tiempo, como dispositivo, es un mecanismo político y social que pone al hombre de forma automática a disposición de la Realidad (capitalismo) a través de un proceso de socialización en el que éste es interiorizado como autocoacción hasta llegar a formar parte de su ser, y así, sincronizar su vida con una Realidad construida y diseñada políticamente. Después de la disolución del sujeto, después de la muerte del hombre, no ha llegado el superhombre que anunciaba Nietzsche, una liberación afirmativa de la vida, sino la dictadura del objeto.