Dioniso, dios parido por Zeus de su propio muslo, heleno de pura cepa y oriundo de todos los rincones del mundo conocido, efebo y barbudo, donador de la cultura y dios caníbal. La divinidad, para muchos, más paradójica y desconcertante del panteón clásico, no nos habla solamente de los griegos antiguos y de sus creencias, de las mujeres que corrían enloquecidas por los montes de Grecia y de los hombres que se convertían en sátiros, del vino y sus efectos, del teatro o de las Antesterias, no. Dioniso evoca en nuestra imaginación el poder de la música, las pasiones más ocultas, el espíritu carnavalesco, la fusión de brutalidad y misticismo, de destrucción y creación, de locura y creatividad. Este dios parece estar condenado de una u otra manera a ser dionisíaco, algo de lo que tiene gran parte de culpa Friedrich Nietzsche. De la mano del pensador alemán, nos adentraremos en el laberinto de sentidos que ha ido abriendo, a lo largo de los siglos, el estudio de este dios en nuestra tradición cultural. La lectura de esta obra, que nos propone tomar como punto de partida el contexto hermenéutico moderno ?nuestro Dioniso? para encaminarnos luego a otros pretéritos, consigue mostrarnos cómo el dios nacido dos veces permanece aún injertado en el muslo de la cultura occidental.