Director de la colección Robert Wilson. Si nos paramos a analizar la cantidad de tiempos muertos que hay en nuestra vida cotidiana, y nos imaginamos unas lecciones ideadas para que se puedan estudiar en 30 minutos, veremos que aprender o perfeccionar el inglés es perfectamente posible y está al alcance de todos. El libro que tiene entre sus manos le permitirá aprender las frases y el vocabulario que se suelen utilizar habitualmente en la vida diaria y en distintos ámbitos (de compras, moviéndose por la ciudad, en el banco, flirteando, buscando trabajo, en situaciones de apuros, etc.) Si dispone de 30 minutos al día (de camino al trabajo, en la sobremesa?) no deje de aprovecharlos para ponerse al día con un idioma que le abrirá muchas puertas.