Publicado en origen como un apéndice de la novela Sobre héroes y tumbas, Informe sobre ciegos da cuenta de la existencia de un antiguo complot milenario, regido desde la Santa Sede de los Ciegos, desde la cual, según Fernando Vidal Olmos, obsesivo y canalla autor del informe, se tejen los siniestros hilos que gobiernan el sentido del mundo y de los hombres.
El descenso a su particular Hades de este héroes negro, este Sigfrido de las tinieblas, remite por momentos a las grandes tragedias de la antigua Greciam y encierra pasajes verdaderamente escalofriantes que desvelan los instintos más zafios del género humano.
Todo el Informe es una gran metáfora de otra cosa, acaso más profunda y misteriosa, anidada en nuestros propios temores subterráneos inherentes a la humanidad de la que somos partícipes: la soledad del hombre ante la muerte, el misterio de la existencia y el problema del bien y del mal. Es en esta dualidad donde se debate el protagonista, y desde la cual nos arroja, arrebatado por la locura aunque con método y rigor científicos, su informe pesadillesco.