El prestigioso jurista asturiano se asombraba "á la vista de la muchedumbre de leyes que encierran nuestros códigos sobre un objeto [la agricultura] tan sencillo", sobre todo cuando la mayor parte de esas leyes eran "contrarias, dañosas ó inútiles á su fin".
En su expediente, Jovellanos examinó "los estorbos" que impedían progresar a nuestra agricultura, distinguiendo tres clases de problemas: los políticos, derivados de la legislación, los morales, derivados de la opinión, y los físicos, derivados de la naturaleza y de la falta de riego, comunicaciones y puertos de comercio.
El informe concluía con una serie de medidas, "los medios para remover estorbos", en los que Jovellanos se anticipó a su tiempo con medidas que hoy en día continúan asombrando.
El facsímil reproduce la edición impresa en el taller de Sancha en Madrid en 1795, en guáflex con estampaciones en granate y oro.