Malabar y Coromandel son también imágenes del paraíso recobrado en sus largas lenguas de arena fina, inundadas de sol y bordeadas de cocoteros. El sur y el mar; el mar siempre como una presencia. Y, en medio de los fascinantes paisajes, aparecen los hombres, mujeres, niños y ancianos, serios o sonrientes, harapientos o soberbiamente engalanados, en el trabajo o en la oración, tan lejanos y sin embargo tan nuestros, porque Alain Carayol sabe mirarlos con pasión y humanidad.
Alain Carayol. Nacido en Saint-Malo (Francia), Alain Carayol se considera ciudadano del mundo. Desde hace veinte años ha firmado un pacto con la India. Vuelve allí cada año para captar con su objetivo los mil y un contrastes de esta tierra mítica. Después de su primer libro Inde, mère Gange (Romain Pages Éditions), en el que hace un exhaustivo recorrido por los meandros sagrados del Ganges, la segunda parte de su aventura lo ha llevado al extremo sur del subcontinente, desde Kasargor, atravesando las playas al norte de Kerala, hasta Madrás, la gran metrópolis del sur de la India, pasando por el cabo Comorin, un periplo de dos mil kilómetros recorridos en ciclomotor para no perder la más mínima ocasión de captar una imagen, un rostro, una escena.